Al este de Santo Domingo, la bahía de Boca Chica alberga la mayor parte de la vida marina que prospera en la isla: corales, esponjas, pulpos, peces de arrecife, crustáceos, estrellas de mar, caballitos de mar y lenguados.
El Catuán se hundió el 12 de diciembre de 2006, a una profundidad de unos 18 metros. El barco remolcador de 33 metros se convirtió en un hermoso hábitat marino con jardines de coral y grandes cardúmenes de pequeños peces tropicales, convirtiéndolo en un lugar ideal para buzos avanzados.